vida
que dejó huellas en tu pensamiento.
Dime cómo inició tu viaje impetuoso por
aquel mundo encantador y cómo la curiosidad te llevó a resolver preguntas
generadas por tu mente abstracta.
Ilústrame con tus majestuosas clases de
ciencias en las que descubriste que el mundo no siempre es como lo miras, y
déjame saber de qué modo aquellas clases de Química, Biología y Física
despertaron tu inquietud hacia estas disciplinas. Inquiero tu inmersión en las
sabias y estimulantes aguas del conocimiento que despabila tu espíritu
científico e investigador. ¿Así fue como aprendiste a ver la vida de un modo
distinto?
Descríbeme cómo, a través de las
asignaturas de Lógica y Ética, descubriste ese mundo extraordinario y singular
que representa la Filosofía, aquel universo que se abrió a partir de los
ideales y las formas etéreas de pensamiento.
Desnúdame tus clases de Literatura, donde
aprendiste el valor de las palabras y viajaste hasta los límites de tu
imaginación.
Muéstrame cómo profundizaste, en tus
clases de Historia, sobre tus tradiciones y costumbres y te forjaste como una persona estudiosa del
pasado, pero analítica del presente.
También indago sobre el desarrollo de
habilidades que parecían adormecidas, pero con el ejercicio y la práctica se
volvieron maestras de tu raciocinio. Sí, me refiero a la clase de Matemáticas,
donde formas complejas adquirieron significado y donde te convertiste en una
persona ensimismada y meditabunda, pero extasiada de conocimiento, embebida en
la resolución de problemas y en el anhelo de saber más.
Cuéntame, asimismo, todas aquellas
experiencias tuyas en donde reinaba el conocimiento epicúreo.
Sé que diligente responderás todas mis
preguntas porque en tu joven ser habita
un mar de vivencias deseoso de expresarse y mostrar tu increíble y paulatina
formación en los espacios acogedores y
estoicos de tu escuela, la
Preparatoria
3, con sus estudiantes siempre belicosos, siempre ansiosos de persuadir al
mundo.
Carla Lorena Romero Vera
Grupo 606