¡Cuántas
historias debe haber en cada aula de prepa 3! Si las paredes hablaran ¿Qué
dirían de nosotros? ¿Cuántas cosas habrán visto a través del tiempo? Sin duda,
diferentes personas con distinta inspiración y muchísimos trabajos llenos de
personalidad y esfuerzo.
Nunca pensé que en un salón de clase se pudiera
escribir una historia tan personal e inesperada. Ese salón fue más que mesas y
bancos, fue más que un lugar en dónde apoyarme para hacer obras de arte. En ese
espacio imaginé e intenté crear mi propio mundo, lleno de colores y líneas
torcidas.
Siempre me he preguntado ¿quiénes y cómo
habrán dejado aquellas manchas en las mesas, qué estarían trabajando? ¿Por qué
usaban esos colores? Estoy convencida de que en aquellos salones de pintura se
esconden muchos sentimientos, porque pintar es sacar toda la energía que tienes
guardada y ser quien quieras ser; es crear un nuevo espacio o un nuevo
personaje, es transportarnos sutilmente a ese atardecer que nos inspira… Pintar
es un sin fin de emociones.
La Karla de antes no había encontrado
tanto cariño a un pincel como ahora que descubrió la manera
perfecta de conectarse consigo misma a través de papel y color.
Mientras pienso en todos esos secretos que
un lugar guarda, recuerdo que tengo un cielo qué terminar: un dibujo que espera
por mí y continúo con mis trazos. Mañana, quizá, alguien más se pregunte sobre
la huella de mi paso en esta aula.
Karla Paola Choreño
Grupo 557