(Inspirado en el cuadro Desnudo con girasoles de Diego Rivera)
Mía, tú eres mía,
completa eres mía,
de tu cuerpo mancha azul
a tu verde cabellera;
de tu ardiente alma viva,
a tus dos montes de nieve.
Si el fulgor de tu mirar,
dulce doncella dorada,
cautiva al extranjero,
mirarlo más no debes,
pues el fuego de pasión
quemará a quien se cela.
Doncella de maíz, te amo
por el mar de tu cintura,
por la esencia de tu pelo,
por la
llama de tus senos
y
el invierno de tus ojos.
Amanda Aranza Guerrero Flores